viernes, 3 de agosto de 2007

ND: Nunca Desentonaron

Última crónica, prometo poner más fotos.

Martes 31 de julio.
Estoy en el aeropuerto de Chicago esperando embarcar hacia Atlanta. Estoy haciendo un recuento de cosas que traje y las cosas que me llevo de aquí. Las hay muchas y sorprendentes. Pero las que me llamaron la atención ahora último en esta ciudad son las cosas que a uno le cargan encima: me refiero a la nacionalidad. Cuando escuchan el acento latino, a uno lo ven como español, como argentino, incluso como brasilero. Se entiende, porque son los más conocidos. Pero hay situaciones realmente asombrosas. Uno entiende que algunos de ellos, la mayoría lo hace de buena gente, como para acogerte y para demostrar interés en ti. Si saben algo de Chile, de inmediato te lo dicen, como para no hacerte sentir como un jupiteriano. Un segundo grupo de frentón no tienen idea de dónde está Chile, pero quieren saber. Y está el tercer tipo que es realmente un chiste. La primera persona en Chicago con la que hablamos –la conserje del edificio donde nos quedamos- se despachó el siguiente diálogo con Roberto:

-¿De dónde son?
-De Chile
-Ahhh, ¡Cocodrilo Dundee!
Roberto, con cara de "Esto es una joda para Tinelli, dónde está la cámaraescondida".-No, señora, Cocodrilo Dundee es australiano, nosotros somos deChile, Sudamérica.
-Ah… ya… ¿Y dónde queda eso?
-¿Chile o Sudamérica?
-Sudamérica.
Roberto, comprendiendo que la situación era un poco más compleja de lo normal-Bueno, como el nombre lo indica, Sudamérica queda en la parte sur de América-.
-¡¡¡Ahhh!!!- Dice feliz la dama, que ahora sí ya podía situar en el mapamundi a estos dos extranjeros cargados de maletas.
-¡Ustedes son de México!

Diplomáticamente se acabó la conversación, puesto que no andábamos con un globo terráqueo a mano. Moraleja: El papá de Sam Sagaz Gamyi, según El Señorde los Anillos, le recomendó a su hijo que nunca se alejara de casa sin una buena cuerda. La que a la larga, les salvó la vida. El Mostro les recomienda que nunca salgan de casa sin un globo terráqueo y si no andan con uno, mejor digan "sí, soy un tipo de australiano muy escaso". Este tercer tipo de gringos –y se aplica a mucho europeo también- en realidad tiene un horizonte bastante local. La amable conserje –porque lo era, hay que ser justo y reconocer que era una conserje muy amable y eficiente- considera que America es su país y que lo único al sur de su país es México… por lo tanto, Sudamérica es México, país que incluye a una tribu llamada "Chile", lo cual le debe hacer mucho sentido a ella, dado que ve en todas partes comidas mexicanas con "Chile"(ají) y se parecen mucho al sudamericano de la película que persigue cocodrilos con un cuchillo gigante. Eso es lo que yo llamo lógica aplastante y globalización: México, Chile, Australia, una sola gran Sudamérica.

En fin. Ayer les conté que partía hacia el estadio a ver el partido de béisbol de los Cubs contra Philadelphia y -más importante- quería ver si podía descifrar la mente norteamericana. Lo siento, "pípl", van a tener que esperara mi próximo viaje a este país, porque llegué al estadio y me vieron cara de turista, lo que no es gran cosa, pero de los turistas con plata, que sí es un tema. Me querían cobrar un ojo de la cara por entrar. Decliné más por defensade la ley de oferta y demanda que por ganas de ver el partido (si quieren abusar, que abusen de otro, el partido igual se puede ver por televisión). Así que entré a un bar donde estaba toda la familia de Joe Sixpack. Mucha gente, con mucha cerveza y muchas pizzas de varios centímetros de alto (una de las especialidades de Chicago).

Y como el béisbol hermana los corazones y todos allí éramos viejos vecinos dela ciudad y odiábamos con todas nuestras fuerzas a los Philadelphienses -o como quiera que se llamen- gritábamos todas las jugadas; y por infusión divina automática, comprendí las reglas del juego y le discutí al árbitro todas y cada una de las decisiones que beneficiaron al contrario. Igual ganaron ellos. Dammed! (¡maldición!).

De todos modos, nunca olvidaré a mi vecino, un señor de pelo blanco muy educado al llegar, muy desaforado al retirarse. Cuando me oyó pedir una cerveza Heineken me agradeció gentilmente "apoyar la industria nacional". Como todo buen catador de cerveza sabe, esa es una marca holandesa. Dado que automáticamente eso nos daba antepasados comunes, nos pusimos a debatir las vicisitudes del juego. Resultó que el tipo había vivido en Chile durante los 80, por lo que nuestro parentesco se hizo sumamente cercano. Trabaja en una empresa de chocolates y su labor es recorrer el mundo vendiendo insumos. Eso fue lo que lo retuvo en Chile varios años y lo que lo tenía en Chicago aquella tarde. A mi izquierda estaba sentada una graciosa dama oriunda de "Ojayo"(Ohio) que había venido a un seminario sobre... terapia conversacional (es lo más parecido que mi poder de traducción permite). Ella se dedica a conversar lea la gente que tiene traumas luego de enfermedades graves o accidentes terribles. Pronto demostró tener profundos conocimientos de la alineación del equipo local. Fue un grandioso aporte a nuestro debate.

Con un 4 a 1 en contra y la guata llena de pizza en plato hondo me fui al centro a hacer las últimas compras y a juntarme con las chicas (Roberto estaba en "Milguoqui"). Ellas venían cargadas como equeco y no habían comido, por lo que ya de noche, nos dirigimos a una sensacional zona de bares y restaurantes en la intersección de Rush y State. Yo estaba agotado y se me vino encima una cierta melancolía y el listado de cosas que me esperaba en Santiago. En ningún caso fue tristeza, al contrario, un raro tipo de melancolía al ver que se acababa esta burbuja perfecta de protección y una cierta impunidad. Para una persona que viene de tres años al ritmo en que venía, este volver a la universidad -y qué universidad- fue un placer casi epicúreo. Un mes para sentarme a pensar, a escribir, debatir y aprender sobre temas que me tientan y provocan, situaciones que me interpelan y que me piden que las siga persiguiendo; me vine con tareas y me metí a intrusear todos los rincones deND que encontré, conocí gente interesante y lugares ídem. La realidad se te mete por los poros. No sé si di con una respuesta a mis preguntas, pero sí sé que me voy con más vida. Mucho más vida.

Vuelvo a mi mundo, emerjo en mi Chilito tras sumergirme en un mar de espuma tibia. No fueron vacaciones, pero fue un ritmo que me es natural como el de la siesta en Algarrobo tras un almuerzo familiar. Caminé acompañando a las chicas a su hotel y al despedirme de la última de ellas dije adiós a toda una selección "Resto del Mundo" de alegría y detalles, como el acento risueño del mexicano, las mariposas amarillas de Colombia, las erres arrastradas del Brasil. Llegué al departamento vacío y me desplomé sobre la alfombra.

Miércoles 1 de agosto.
Por primera vez desde que salí de ND el día de la graduación, hace ya algo así como 96 horas estoy en una cama, con pijamas. La alfombra de Chicago no tuvo nada que envidiarle a un colchón Box Spring y el vuelo fue una joya de la aeronáutica... pero ahora estoy metido en mi cama en Santiago y no hay otro lugar al que pertenezca más que a este.

El martes desperté exactamente en el lugar en el que había caído la noche anterior. Luché contra las maletas hasta que logré meter todo en ellas. A medio día llegó Roberto y partimos al aeropuerto. Del viaje mismo, no hay nada que merezca postergar este punto final, que comenzó a escribirse cuando recibí aquel mail de los chicos de"Muévete Chile"; que comenzó a gestarse cuando a un tal Francis O'Malley le ofrecieron hacer clases en ND, que vio la luz cuando un par de horas semanalesde Pensadores del Siglo XX me mostraron a un José Agustín que no conocía, un punto final escrito a miles de manos. A todas esas manos, a todas y cada una de ellas, muchas gracias por leerme y acompañarme, porque en este viaje nunca desentonaron.

José Agustín Muñiz Viu
(Decidí ser feliz toda mi vida: cuando me vea, olvide sus problemas y sonría)

jueves, 2 de agosto de 2007

ND: Nuevo Despacho

Sabado 28
Voy en el tren a Chicago. Hace algunas horas me acosté a dormir y hace un pocomenos me levanté. Ayer en la tarde fue la graduación del Phoenix Institute-ND.Entramos a misa a las 17.15 hrs y llovía fuerte; cuando salimos hacía eltípico calorcito de aquí que levanta la humedad y te deja como sopa.Especialmente cuando usas traje y corbata. Una maravilla.

Tuvimos sesión de fotos un buen rato en la escalera del edificio principal. Luego fuimos a un auditorio donde se hicieron algunos breves discursos, se mostraron videos, todo muy emotivo. En especial para los miembros de la familia del Phoenix Institute que se graduaron; porque esto no es bicoca, onda venga a veranear a Indiana que le damos un diplomilla. No, el programa de estudios se completa en tres veranos y una tesis. Una vez terminada la entrega de diplomas a los graduados y a todo el resto de los mortales se hizo entrega de los "Superlative Awards", algo así como la premiación que hicimos en el"Terrible Gen Tour Reñaca 2007" (reunión anual de todos los Muñiz y asociados oficial y extraoficialmente). Como esto es "America", aquí se hizo por votación directa (los Muñiz juntamos una comisión autoconvocada sin preguntarle a nadie sobre los Terrible Gen Aguards). Un grupo se dedicó a hacer correr una hoja con las categorías a premiar: mejor estudiante, premio "Aquiles" al acto heroico, premio al "siempre en problemas", mejor bailarín, mejor alumno en la biblioteca y todo un etcétera.

La pequeña y ruidosa delegación chilena estuvo muy bien evaluada (pese a seruna votación democrática, insisto en el detalle) y obtuvo hartos premios y nominaciones. Roberto Munita ganó el Premio al Talento, Luis Alberto Cruchaga al glotón y El Mostro ganó el premio "Al Más Feliz". ¿Y saben una cosa? Aparte de que me hizo sumamente feliz, sí, creo que soy el más feliz de todos. Bueno, ustedes ya lo saben porque les he ido contando los rinconcitos de mi vida que he ido construyendo aquí y porque me conocen más que este puñado maravilloso de almas que me recibieron aquí al norte, bien al norte de la comuna de Las Condes. Luego durante la fiesta muchos se me acercaron y me dijeron que habían votado por mí sin pensarlo dos veces; algunos de ellos, personas con las que no alcancé a compartir mucho. Esto es lo más honesto que puedo llegar a ser -perdone lo poco, amigo-, pero rara vez obtengo votos en las elecciones de cualquier cosa. No me gusta presentarme a elecciones y la única vez que fui presidente de curso en el colegio fue un año que no hubo elecciones porque íbamos de viaje de estudios y, como estábamos obligados aque todo funcionara bien, el presidente de curso tenía que ser el hijo del presidente de los apoderados. Y como el presidente de los apoderados está en esta listade correos bajo el nickname de "Mamá", yo tuve que asumir por un año con la minoría absoluta de los votos de mis compañeros de II Medio B. Ese es mi récord en las elecciones. No sé cuántos votos saqué, no sé qué tan limpia o manipulada fue la elección, pero les aseguro una cosa. La voluntad popular no se equivocó en ND. No hay cristiano más feliz que yo. Y como no se puede ser feliz sólo, hay que reconocer que son todos los demás los que me hacen feliz a mí. La segunda nominada en la terna era Danitza, una chica mexicana que anduvo todo el mes con la sonrisa más amplia que yo haya visto después de la de JuliaRoberts. Ella era mi candidata a la más feliz e incluso hice lobby para conseguirle otros votos (También estuve en la terna al "Mejor BailarínMasculino" y a "La Pregunta Más Difícil").

Desde que terminó la misa ayer hasta ahora, en el tren, todo ha sido una lenta y profunda despedida. También un "hasta luego", porque algunos volverán los próximos veranos o a otros los veremos cuando los vayamos a ver... o cuando vengan a mi casa en Chile (Flaco, aprovecho de avisarte que abrí las inscripciones para medio latinoamérica y también algunos países de Europa). La despedida fue como todas las despedidas tienen que ser pues, con harto abrazo, intercambio de correos, fotos, "puchas que te quiero"y "no, si te juro que en mayo voy a Nueva Guinea a visitarte". Tengo comprometidas las vacaciones de los próximos cinco años para atravesar el globo en varias direcciones.

Pero también tuvo su toque norteamericano. Fue un fiesta de promoción como lasde las películas. Onda temática. ¿Se acuerda de la mejor película de la historia del mundo civilizado, "De vuelta al Futuro I", que Marty McFly va a la fiesta donde sus papás se dan el primer beso y, mientras ayuda al perno de su padre a golpear al abusador Biff, su mamá se le trata de robar un beso y le ofrece un copete ilegalmente introducido en la fiesta? Bueno, nuestra fiesta era de esa onda. En la película el tema era el delirio submarino y la nuestra era "Bailando con las estrellas". Todo en lo "nocturno", con estrellas y hartas cintas brillantes. Nos pasaron a los hombres una tarjeta con un número, correspondiente a una tarjeta que alguna de las damas andaba trayendo. O sea,en vez de ser una cita a ciegas, fue una cita al azar (concediendo el beneficio de la duda de que las tarjetas no hayan sido maquineadas). Me tocó una tarjeta en que no se notaba con claridad si era el 24 ó 34, por lo que me hice la idea de salir con dos chicas en una sola noche. Al poco rato me encontré con un tipo que andaba con una tarjeta con el número 24, por lo quevolví a la normalidad. A la salida del auditorio encontré a mi "cita azarosa"... y no pude menos que acordarme de mis sobrinas "las pollos" en Chile. Para los que no las conocen, "Las Pollos" son las inigualables amigas que andan todas juntas, como los pollos, y si andas con una, andas con todas. Mi cita azarosa era como las Pollos chilenas, no se separaba de Ana Paula ni deAlondra, yo tuve que asumir. Fue curioso. Nunca supe qué hombre tenía los números de Ana Paula ni de Alondra (muchos los deben haber querido ointentaron falsificar las tarjetas); y si al principio encontraba sensacional dos citas por el precio de uno, al final tuve tres. ¿Y después dudan de si yo era o no el tipo más feliz de ND?

La fiesta incluía la ancestral tradición norteamericana de elegir a la reina del "Prom" de entre las alumnas que se graduaban. Lo mismo con el rey. Al parecer hubo una votación entre los alumnos de segundo año, etc. El rey fue Paolo, un italiano (no podía ser de otro país con ese nombre) y la reina fuePriscila, una chica mexicana que ese día debió haber comprado la lotería: era su cumpleaños, se había graduado del Phoenix con Summa Cum Laude y le habían avisado que se había ganado una beca para irse un año a estudiar a China (su mamá y su jefa no lo saben todavía, así que, por favor, no reenvíen este mail hasta que escuchen el grito de ambas damas). El escándalo se mantuvo a un nivel bastante razonable hasta bien entrada la mañana. De hecho, en la mitad de nuestro guitarreo a la orilla del patio fuimos interrumpidos por unos desubicados que salían a trotar ágilmente. Puede que hayamos despertado a los patos que suelen dormir en esa zona del lago, pero no lo puedo certificar. Nunca he sabido a qué hora se despiertan los patos.

Domingo 29, 22:00 hrs.
Me fascina Chicago. Y no me fascinaría ni la mitad si no fuera por Oscar S, un abogado PUC conocido de algunos de ustedes, que se rajó con un depto... a ver,cómo les explico que está bien ubicado... un detallito, un "tordo negro": El edificio del frente en esta calle pequeñita es el Cuartel General de las Empresas Playboy, ja, ja, ja. Y no es broma. Oscar podrá dar fe de ello en el blog. La vista es media malita. Se ve todo el lago Michigan y justo al frente del Navy Pier, un muelle leno de locales, de lo mas chévere (un dato para mi amigo Moai, amante de Forrest Gump: En el Navy Pier está Buba Gump, el restaurant de la peli). Estamos a pocas cuadras de todo y a los pocos momentos ya habíamos hecho el plano mental de las calles principales y un telefonazo del dueño de casa nos puso al tanto de los imperdibles. En un hotel cercano se estaban quedando algunas chicas mexicanas y Ania (Polonia), las fuimos abuscar para ir a un club de blues (lo único que yo sabía de esta ciudad era que aquí juegan los Chicago Bulls y que es famosa por los blues). Sólo nos acompañaron Priscila -la reina del Prom- y Ania -ganadora del Superlative Award a la Mejor Bailarina-, así que tuvimos que estar a la altura de las circunstancias, pues. Bueno, anoche conocimos a una banda que debe ser el equivalente a Michael Jordan del blues. Por supuesto que exagero, pero una vez más, el mostro calló parado, esta vez, en medio de Chicago. Y las circunstancias estuvieron mucho más a la altura que las expectativas.

Hoy nos levantamos y fuimos con todos los Phoenix que quedan a misa a la catedral; allí se nos unieron dos italianos. Lo caminamos todo hasta ahora mismo. Subimos a la torre Hankook y tomamos fotos desde el bar del piso18.405. Sí, ya sé, hay otra torre que es más alta -la Sears-, pero cobran por subir, tiene mucho más cola y hay que esperar un kilo. Y entre tomar fotos de una nube o de otra un poco más arriba... qué más da. Igual se tapan los oídos en la subida y en la bajada. Como todos los datos útiles de viajes hay que cuidarlos, les cuento, pero solamente a ustedes para que lo guarden con cuidado: una de las mejores vistas -dicen- es desde el baño de mujeres del bar. El baño de hombres tiene un espejo, así que la vista depende del usuario del baño. Priscila amablemente ingresó mi cámara al baño y algunas de lasfotos que tengo son de allí (¡todas las fotos son del exterior, porsupuesto!).

Tomamos un tour en barquito en el que te van explicando la arquitectura de las principales torres. Y caminamos, caminamos, ad eternum. Mientras hacíamos hora para el tour nos separamos cada unos según sus intereses. Me fui a meter al barrio de los teatros con Ania y vimos que estaba partiendo la función de el Fantasma de la Ópera... ¡¡¡y no hay más funciones hasta el miércoles!!! Y como no podíamos desaparecer sin avisarle al resto de los chicos, me quedó pendiente el musical. Por lo que ya están comprometidas las vacaciones del 2013. Dado que Chicago tiene solamente un poquitito más de vida nocturna que South Bend veremos qué se arma hoy).

Lunes 30
Me gusta mas Chicago, aun cuando los computadores no tengan acentos cristianos bien colocados. Hoy Roberto partio a Milguoqui (no me pregunten como se escribe esa palabra) y yo, a parte de hacer algo de shopping, voy partiendopara el estadio de los Cubs que juegan hoy. Dicen que si entiendes el béisbol entiendes este pais… vamos a ver que pasa. Oscar me vendio el cuento del siguiente modo: Ver a los Cubs es una de las siete experiencias deportivas del mundo. Y ya que yo no hago deportes, tendremos que ir a ver a los que si lo hacen. Creo que este va a ser el ultimo mail de por estos lados, porque magnana vuelo a Chilito. Un abrazo y alla remato este mail list y el blog con algunas fotos magicas

José Agustín Muñiz Viu
Decidí ser feliz toda mi vida: cuando me vea olvide sus problemas y sonría

viernes, 27 de julio de 2007

ND: Noche Distinta

Jelou:

Durante los años de pobreza, la comunidad de ND fabricaba sus propios ladrillos de la arcilla del fondo de sus lagos. Muchos de los edificios más viejos están construidos con esos ladrillos hechos a mano: Main Building, la Iglesia del Sagrado Corazón, Sorin, Badin Hall, etc. No son los ladrillos modernos, pero son apreciados por su vínculo con los esforzados pioneros de este lugar que pusieron su sudor y sangre en ellos. Frank O'Malley amaba este lugar y cada uno de sus ladrillos, los nuevos y los antiguos; pero no estuvo siempre completamente feliz aquí. Durante algunas administraciones cuyas políticas no compartía, a menudo se le escuchó decir: ¡Hay sangre en esos ladrillos! En una conversación que tuvo con el presidente de la universidad, en que éste le decía que Main Building -el del domo de oro-debía ser reubicado, O'Malley le repitió aquella frase. El presidente le respondió: podemos conseguir nuevos ladrillos y untarlos con nueva sangre. O'Malley estaba horrorizado.

No es reporteo mío, sólo cito la pág. 142 de una biografía que le escribió un ex alumno a O'Malley, uno de los culpables de que yo esté aquí hoy.

Hace ya un buen rato terminé el ensayo final del curso de heroísmo. Terminé relativamente temprano; son casi las tres de la mañana y muchos todavía están estudiando porque mañana -en un ratito más- se entregan los ensayos finales y tenemos que hacer las pruebas correspondientes. Terminé de escribir el ensayo hace un buen rato ya y se lo pasé a un compañero para que me corrigiera la ortografía y gramática (¡lo siento, no puedo evitarlo, ni siquiera en inglés! Los profesores nos perdonan más a los extranjeros, pero ya tengo inoculado el virus que me provoca reacciones químicas nefastas cuando cometo faltas de ortografía). Esta va a ser, en buena medida, la última noche aquí en ND. Técnicamente mañana viernes tenemos la ceremonia de graduación y fiesta ad hoc, pero va a ser una noche de fiesta, no una noche de ND. El sábado parto a Chicago con Roberto Munita hasta el 31 de julio, cuando vuelvo a Chilito.

Decidí terminar el ensayo temprano y no partirme el cráneo estudiando para los exámenes por una serie de razones: la menos importante, es que la materia creo que la manejo lo bastante bien como para sacar una buena nota... y me ha ido bastante bien en las entregas anteriores, por lo que no debería tener sobresaltos mañana. Pero la razón más importante, es que a diferencia de los días anteriores, hoy el tiempo se transforma en un bien escaso a tal punto que ya no lo puedes comprar con dinero, no lo puedes obtener acomodando otras actividades ni rasguñando la agenda. Esta es una ND en ND. Curioso. Es igual que cualquier otra noche. Es oscura, tiene casi la misma luna. Hice lo mismo que aquella primera noche, pero es una noche distinta. Hace un mes salí a caminar por el campus y hoy también.
Partí por la gruta, donde se le reza y se le mantienen prendidas cientos de velas a la Virgen; allí recé por todos y cada uno de ustedes, y por muchos otros que no están en esta lista ni en este mundo, pero que también son culpables de que hoy yo esté aquí. En esa gruta rezamos el Rosario y hay una piedra original de la gruta de Lourdes, donde se apareció "Notre Dame du Lac", Nuestra Señora del Lago, que es el nombre completo de esta universidad.

Me fui a dar vueltas por todos lados, tomé algunas fotos nocturnas bien bonitas (las de día me salen bien, porque la máquina hace lo suyo; pero de noche, ahí hay que meterle mano a los botoncitos) pensando en qué era lo que me tenía tan feliz, qué era lo que hacía tan especial todo esto... y me acordé que, como casi todo lo que me sorprende de esta vida, no lo inventé, no lo creé ni lo dije yo, sino que lo había dicho alguien antes. Hay sangre en estos ladrillos.

En mi paseo llegué a la biblioteca, allí estaban casi todas las personas con las que compartí este mes aquí. Entré, saludé a algunos, pero me fui directo al buscador. En el noveno piso estaba el libro que andaba buscando. Bajé a la sala de lectura. Allí estaba Aarón, el coordinador mexicano a cargo de nosotros. Claramente él no estaba a esa hora en la biblioteca porque estudiara para un examen. Me dijo que estaba ahí por placer. "Trabajo todo el año para esto", pasearse por la biblioteca y vernos estudiar, discutir, escribir, cabecear y doparnos con cafeína. Como ya se había enterado de esta lista de correos y del blog, me dijo que tenía que escribir algo. "Tienes que escribir un par de páginas de por qué esto es tan especial, qué es lo que lo hace tan especial", me dijo con ese acento particular. Le pasé el libro de O'Malley abierto en la página 142. Ahí estaba una parte de su respuesta. La otra parte, la intentaré yo a continuación.

¿Qué lo hace tan especial, a parte del soporte físico ND? La sangre pues. Sangre de todas partes del mundo. Porque aquí venimos a estudiar temas sangrientos. O sea, el heroísmo no es un asunto que se despache como una clase de biología en la que te enseñan las fases de la división meiótica (¿se acuerdan, cabros, de eso.... Brrrrrrrr, me vienen tiritones?). Si no tienes sangre en las venas, un héroe no te dice nada.

O el otro curso, Santo Tomás y Aristóteles:Claro, son más volados y difíciles que la división meiótica, pero lo que esos tipos hacían e hicieron es nuestro ADN cultural. O sea, cuando un cura dominico se sienta en un monasterio húmedo con velitas a traducir del griego al latín a un pagano muerto hace siglos, ese tipo juraba de guata que estaba haciendo filosofía, pero también hizo dialogar dos mundos que parecían contradictorios; dos culturas que si no se empezaban a comunicar unas con otras, se iban a las manos, y a los cuchillos, y a las hogueras (y entre nos, no le cuenten a nadie... en este país ese tema no es menor. Hay mucho gringo que pagaría millones por un Santo Tomás que transforme el odio musulmán en un diálogo filosófico tan aburrido como la Suma Teológica) Se puede decir lo que se quiera de los gringos, pero los que están sangrando son los hermanos de las señoras que aquí hacen el aseo o que atienden los servicios. Les dije que aquí conocí a "Yísus". Bueno, es un taxista que dice que es Jesús, pero anda vestido como el Che Guevara. Él tiene un hijo en Irak y no entiende de Santo Tomás, pero el diálogo que nosotros estudiamos podría salvarle la vida a su hijo. Supongo que lo canonizaron no por buen filósofo a Tomás de Aquino, sino porque nos ahorró varios decapitados y quemados en los libros de historia.

El tercer curso de este año -yo no lo tomé- es sobre Justicia y Ley, y por lo que he entendido discuten y hacen debates sobre distintos temas de derecho internacional. O sea, problemas que si no se resuelven, terminan también a balazos. Y de muestra un botón. Anoche nos juntamos a ver una película tremenda sobre prisioneros de guerra que fueron obligados a construir una via férrea (no es el Puente sobre el río Kwai). Actúa Kiefer Sutherland, el de la serie "24" y se llama El fin de todas las guerras. A parte de lo potente de la película y que después había toda una larga sesión de estudio en la biblioteca, tuve una interesante catársis (porque eso no fue una conversación) con un brasilero, una española y una polaca sobre las distintas opciones del servicio militar en cada uno de nuestros países. Les comenté a ellos que yo había hecho el servicio militar en Chile; les expliqué que no era una máquina de combate (evidente de puro verme, nada más), pero que en nuestro Chilito nos hacen hacer un juramento y que, llegada la hora ese juramento se cumple. Y ahí me cayó un tejazo impecable respecto de cómo se multiplican los contactos en estos cursos. No me cabe la menor duda de que muchos de los que aquí están van a tener cargos importantes en sus países. Y me fascinaría tener la certeza de que la persona que va a ser presidente de México o de Colombia ha visto la película que nosotros vimos anoche; que si algún día le toca firmar un decreto declarando una guerra, no está jugando PS2 ni Nintendo (¿existe todavía esa cuestión?).

O sea, no es la tragedia ni el miedo a la guerra lo que hace especial esto, sino que se trata de preguntas que ninguno de nosotros tiene respondidas; no son preguntas que están respondidas en los libros (si así fuera, ya nos habríamos enterado y lo habrían dicho por televisión). Se trata en verdad de que uno tiene el privilegio de aislarse por un mes en un ambiente especialmente diseñado para reflexionar estas preguntas que si bien no tienen respuestas, la gracia está en que trates de hacerlo. Porque el modo en que las respondes es el modo como vives, y mientras vives las vas respondiendo. No son exámenes, no son ensayos ni pruebas de alternativas. Se responde con la vida. Y eso es especial. Más aún si lo puedes hacer con personas de otras partes.

¿Muy denso? Lo siento... mentira, no lo siento.

También hay trivialidades... mentira, no es trivial. Bueno, fue cómico al menos. Pudo haber sido peor, pero ni tanto. La cosa es que casi quemamos un dorm. ¡Dos veces! Les conté que era la "Fiesta internacional" y que ayudé a organizarla. Cada país me mandó un listado de materiales y recolecté la plata entre los internacionales. Y la delegación española hizo "tortilla de patatas". Los chilenos cocinamos empanadas de pino y sopaipillas y así, suma y sigue: Argentina, Italia, Polonia, Croacia y Palestina (Brasil guateó, muchachos). La cosa es que las tortillas me recordaron la cocina del Estadio Español y el olorcillo aquel. La única diferencia es que el dorm de las chicas no es el Estadio Español. Se inflamó quemador de la cocina con aceite, salió muchísimo humo, se activó la alarma contra incendio-con gran alegría de las gringas del dorm, se lo imaginarán-así que empezó la evacuación del inmueble.

Llegan los dos metros y 120 kilos de Joe Sixpack vestido con su traje amarillo fosforescente y casco indicándonos que saliéramos al patio. Le íbamos a contrargumentar que sólo era una sartén y que... nada. Él si que no sabe de Santo Tomás ni de diálogos interculturales. De un ala para afuera los hispanoamericanos. Revisó todo, apagó la alarma y pudimos entrar a terminar la tarea. Lo más sensacional es que cuando todo el dispositivo tipo 911 se retiraba me acerqué al capitán de bomberos para agradecerle y -periodista mediante- preguntarle cínicamente a qué se debía el disparo de la alarma. Para mi sorpresa, regocijo y desagrado de las gringas presentes, el capitán de bomberos le echó la culpa a las gringas. Ellas estaban haciendo un asado afuera (hamburguesas, no crean más) y tenían la parrilla frente al acceso al edificio. Cito y traduzco textual: "El humo de la parrilla ingresó al edificio, sumado al humo de la cocina, se disparó la alarma". ¿Ha visto ud, estimado lector que el humo "haga ingreso a un edificio"? Las gringas, al menos, no. Estaban furiosas. El capitán de bomberos les había echado la culpa olímpicamente.

Mientras hacían la última tortilla -quedábamos tres en la cocina, el resto se estaba cambiando y llevando las cosas al lugar de la fiesta- se volvió a inflamar quemador de la cocina. Cinco minutos antes había puesto un ventilador apuntando sobre el sensor de la alarma; eso nos dio un par de segundos de gracia porque la humadera que salió era maravillosa. Balde de agua encima, y san se acabó. Esa vez ya no había asado afuera que nos exculpara.

La fiesta fue un éxito, al menos por lo que me contaron. Cuando llegué duchadito ya no quedaba nada y todos encontraron deliciosas las empanadas y las "sopaicuilas" "zopilaillas", esa masa amarilla con pebre. Alcancé a agarrar sólo unos cuadrados de tortilla, bendita tortilla. Roberto Munita se lució con dos detalles: Primero, en la mitad de la fiesta sacó muchas copias de un listado de modismos chilenos y su traducción al inglés. Algo así como el diccionario famoso del gringo que fue a Chile: "How to survive in the Chilean jungle". Debería haber grabado a Sebastian, el gringo, hablando como chileno. Un espectáculo a parte. El segundo, repartió hojitas con letras de cuecas y, entre ellas, una adaptación de la canción de Los Iracundos a Puerto Montt, pero lo cambió por Notre Dame. Y en vez de estar "Sentado frente al mar", es "Sentado frente a Zahm" (uno de los dorms). Otro exitazo. Agradezco, además, públicamente a la Anita B. por las cuecas, porque hubo hasta pie de cueca con la del guató Loyola.

Tengo sueño. Luego, Chicago, supongo. Cariños, abrazos y todas esas cosas que se ponen al final de los mails y posts (con especial cariño a mi hermana Pepa que tiene su título profesional... con mucho mejor nota que yo. Felicitaciones Piiipaaaaa).

No pretendan que actualice el blog a esta hora de la madrugada. Luego van las fotos.

José Agustín Muñiz Viu
Decidí ser feliz toda mi vida: cuando me vea olvide sus problemas y sonría

lunes, 23 de julio de 2007

ND: No Duermo - Fotos


1. Detalle de la foto del padre Timothy Scully con Bono de U2, en la gruta de la Virgen aquí en ND.2. Roberto Munita, doctor guitarra, performing at ND3. El día del tornado, al final igual terminamos en el subterraneo de Sorin Hall. Los tres del medio fuimos los encargados de la caminata: Fabio (Bra., a mi derecha) y Sebastian (EE.UU., arriba, justo detrás nuestro)4. No es Photoshop. El Mostro preparando un ensayo en su dorm.5. Hoy fue el tour por el estadio de los Fightin Irish, en la mitad del campus. La audiencia pudo apreciar una práctica de los F**n Irish, en la foto: El Mostro, quarterback; Luis Alberto Cruchaga, primera línea; Roberto Munita, ala cerrada y Rodrigo Lopicic (arrodillado), win derecho. Faltó Felipe Bravo.6. Letrero en el camarín de los Fighting Irish. Algo así como "Cualquier cosa que decimos aquí, cualquier cosa que vemos aquí, SE QUEDA AQUI cuando nos vamos de aquí"... mándensela a la selección chilena de futbol para que aprendan algo sobre lealtad.7. Si da la espalda a la entrada norte del estadio se ve el edificio de la biblioteca y su mural de 14 pisos. Es la figura de Jesucristo con los brazos en alto... el mismo gesto que hace un árbitro de fútbol americano cuando se hace una anotación (touch down)... por lo tanto le pusieron "Touch down Jesus". ¿Me creerían si les digo que no pude encontrar ninguna otra foto para explicar esto?8. Así se ve a "Tach daun Yísus" desde el palco presidencial. El Jefe está marcando los puntos detrás de la zona de anotación de sus Irish, un lindo detalle.
9. Una vista de la universidad desde el palco. Se ve la torre de la Basílica del Sagrado Corazón y el domo dorado de Main Hall
10. Joaquín es de España y, por lo tanto, dice que es más civilizado que nosotros los latinos, puesto que ellos nos "descubrieron", "conquistaron" y "colonizaron" y un largo etc. No voy a hacer comentarios al respecto.11. Desmanes en las afueras del estadio.
12. En el hall del quinto piso del estadio, donde sólo entran algunos, El Mostro declamó una poesía heroica en honor de los aguerridos deportistas... entre los cuales él no milita, por supuesto (nótese el domo en el fondo).

ND: No Duermo

Hola a todos. Ya estamos en la recta final del curso de verano porque entramos en la última semana de clases. Sigo produciendo ensayos y haciendo uno que otro "quiz" o pequeñas pruebas sobre la materia de clases. Hasta ahora, las opiniones están divididas: yo me he quedado con la sensación de que me ha ido el descueve y que los ensayos son una revolución copernicana de las humanidades; los profesores tienen derecho a no opinar lo mismo. Allá ellos. Pero lo cierto es que aquí está todo como para que el cráneo produzca y produzca bien.

Es domingo muy tarde o lunes muy temprano (1.45 AM) y he estado todo el fin de semana alternando paseos despejadores de cabeza con largas sesiones de lectura y escritura de unas profundidades antropológicas que ni les cuento. Yo al menos, me lo he tomado súper en serio. He estrujado ese edificio de 14 pisos lleno de libros y los patios maravillosos para leer tranquilamente... ¡Pero a la hora del desorden, los chilenos llevan la guaripola también! No hay términos medios.

El sábado pasado -mi tincada no falló: no hubo paseo a Six Flags ni a NY- me encontré en un pasillo con uno de los brasileros y me dijo que iba saliendo con su compatriota y dos gringas a lo que se supone que es la mejor disco de South Bend: Fever, así que me uní. Buen local, pero muy requetegringo y todos en tono "Wild On South Bend", es decir, harta botella de cerveza en alto, gritos cavernícolas y desenfreno impostado. La música, un asco. Una de las gringas -Meg, creo que se llamaba- atinó: "Brasileños + Chileno = sudamérica, por lo tanto, bailan salsa". ¡Lógica aplastante! Así que nos llevó a un local que se llama "Paraíso Tropical". Para que se hagan una idea. Imagínense que existiera una frontera entre México y Puerto Rico, y que en esa frontera hubiese un pueblo pequeño y transpirado habitado única y exclusivamente por narcotraficantes, pandilleros, pistoleros a sueldo, burreros transfronterizos, árbitros de fútbol, policías canadienses y mujeres de vida licenciosa (o son mujeres de vida no licenciosa, pero que se visten como si tales). Bueno. El antro de ese pueblo sería el "Paraíso Tropical". No es que el local haya sido como los bares de mala muerte de las películas, sino que ese era un autentico local de mala muerte y las películas los imitan. Llevo 3 semanas rodeado de extranjeros, pero nunca me había sentido tan lejos de casa como cuando entré a ese paraíso. Las gringas son rubiecitas -harto-, los dos brasileros tienen el pelo más claro que yo.

Cuando entramos sólo faltó que pararan la música. Como que todo el mundo se dio vuelta a mirar a las gringas. Y uno, ahí, poniendo su mejor cara de "venimos en son de paz". Si alguien le tiraba una manito a una de las gringas o se armaba una rosca, nos acuchillaban todos 20 veces antes de que el cadáver tocara al piso. ¿El Mostro fue a puro sufrir? No. Lo pasamos increíble. Mientras mas pinta de matón de Hollywood tenían, mejor bailaban. Y bailaban increíble. Verlos era un espectáculo. Traté de seguirles algunos pasos, pero o andaba con dos pies izquierdos o definitivamente no tengo pinta de matón de Hollywood. Fue el mejor bailongo en mucho tiempo. Así que decidimos volver con más amigos. Y este viernes volvimos a ir. Éramos muchos más y, por suerte, había muy poca gente, así que el local fue para nosotros y ya no había olor a peligro.

Cuando sí hubo olor a peligro fue el pasado miércoles. Como les conté a algunos por teléfono, tuvimos rayos, truenos, lluvias bíblicas tipo MacDonald -de esas que por 200 pesos te agrandan el combo agregándole amenaza de tornado con repicar de campanas y sirenas de bomberos. Tuvimos la oportunidad de apreciar la maquinaria de seguridad norteamericana en acción: un par de ancianos a cargo del dorm dirigían el flujo de gente que bajaba hacia el subterráneo mientras que un chileno dirigía el flujo de latinoamericanos que nunca había visto un tornado y que no se iba a perder la oportunidad de comprobar si efectivamente se llevan a las vacas, como en la película. No hubo tornado al final. Pero nos encontramos afuera del dorm muchos integrantes de la ONU y ya andábamos con ganas de fiesta. Llovía, pero estábamos a pata pelada; hacía calor, pero no había nada de lo que se requiere para improvisar una fiestecilla universitaria modesta. Así que como me tomé en serio esto, integré la delegación multinacional descalza que atravesó la ciudad en busca de víveres. Esa misión me permitió conocer uno de los detalles que hacen a este país tan distinto del nuestro y que a veces me lleva a preguntarme si no estaremos nosotros equivocados: Era casi media noche, no había botillerías abiertas y en el supermercado, por algún motivo extraño no venden alcohol. La persona que atendía nos dijo que podíamos encontrar algo de aquello en el local del lado. Salimos y vimos que lo único contiguo era una farmacia. Volvimos al supermercado a ver si nos habían tomado el pelo, pero ella insistió.

En efecto, en los supermercados no venden tragos, pero sí en las farmacias. Me pongo en los zapatos de la dama de la farmacia: entran tres tipos descalzos en medio de una tormenta, uno se identifica con un carnet de un lugar con nombre de condimento picante, el otro con o pasaporte mais grande do mondo y el tercero con una licencia de conducir -no sabe que es adulterada- de otro estado. Yo habría llamado al 911, pero ella prefirió inquirir detalles sobre cuántas personas y de qué países estaban cursando este pintoresco seminario estival. Es sorprendente ver que puedes contraer matrimonio disfrazado de Elvis Presley, portar armas y quemar tu bandera, pero no puedes comprar una cerveza si eres menor de 21 años y no se vende alcohol un día domingo (pero un niño de 8 años que ha hecho la primer comunión puede comulgar con vino en la mismísima basílica un domingo a medio día)... en fin.

Otras formas sanas de pasar el tiempo es guitarreando. Roberto Munita trajo la suya de Chile y se las sabe todas. Nos vamos a la playa del lago (¿les conté que hay dos lagos y que uno tiene playa? Tengo que ir a tomar fotos allá) y revisamos la banda sonora de Iberoamérica (incluye a España). O si no, comemos y bailamos danzas típicas de los países ´con delegación más numerosa: ya les conté de la mexicana y la semana pasada tuvimos la colombiana. Esta semana es la "internacional", es decir, "todo el resto" y el Mostro está a cargo de armarla.

El jueves en la tarde fui con Roberto Munita a visitar a un profesor de aquí. Otro de los que tienen nombre de libro: Timothy Scully. Aquellos aficionados o profesionales de la historia recordarán su nombre. Yo, al menos, recuerdo haber sudado bastante con un artículo suyo sobre el sistema de partidos políticos en Chile que nos hizo leer una profesora en Bachillerato UC. No me quería perder la oportunidad de conocer a un gringo que sabe más de la historia de mi país que yo, así que lo acompañé. La primera sorpresa fue enterarme de que se trata de un sacerdote; la segunda fue ver una foto autografiada de Bono, vocalista de U2, que es su amigo con el que se escribe a menudo y que lo pasó a saludar cuando con su banda ¡¡¡hizo un concierto aquí en ND!!! (Tiene también un par de fotos con Bush, pero eso mejor dejémoslo entre nosotros, porque en este país a nadie le suben los bonos con esa foto).

Nos recibió durante unos 40 minutos y nos trató como si le hubiésemos hecho un favor al saludarlo. Qué tipo más agradable y acogedor (le contamos qué habíamos leído de él ¡y nos pidió disculpas por si había resultado muy difícil!). Nos habló del origen de su interés por Chile -absolutamente casual: le ofrecieron estudiar economía o irse a Chile cuando era seminarista y ahora es experto en Latinoamérica, especialmente en Chilito-; nos mostró los tres libros en los que está trabajando y nos paseó por sus amplios contactos con la DC chilena (en un par de meses más el padre Timothy Scully tiene organizado un carrete a otro nivel aquí en ND con un grupo de chilenos: invitaron a Cecilia Echeñique a dar un concierto en el estadio techado. Su contacto con la DC: está casada con Ignacio Walker, el ex Canciller... o con Patricio, el actual presidente de la Cámara de Diputados, no recuerdo bien... GGUUUAAAAAUUUU, eso va a estar ardiendo. "Cecilia Echeñique, Live in Concert Notre Dame Tour 2007", la telonea Ozzy Osbourne, actualmente cuadrapléjico). Extremando su caridad cristiana, insistió en que le escribiéramos para enterarse de lo que estábamos haciendo.

En fin. Mañana lunes después de almuerzo voy a conversar con el director de Periodismo de ND (lo contacté patudamente como a todos los demás) y pretendo averiguar cómo funciona el increíble departamento de ex alumnos de ND, que es una joyita de logística, organización y de recolección de fondos. Como ven, hay muchas cosas que hacer aquí... y allá en Chile también. Estamos tirando las primeras líneas para organizar una jornada del Phoenix Institute en Chile, para ver si se abre una sede allá, con invitados internacionales y todo. Y siguiendo esa misma línea, hoy al almuerzo Soledad Bertelsen, Roberto Munita y yo conversamos con Lourdes Villanueva, una chica mexicana de 24 años que es la coordinadora latinoamericana de la World Youth Alliance y que está muy interesada en abrir contactos en Chile. Nos contó de su trabajo y nos hemos dado cuenta que aun cuando en Chile ha costado mucho hacer una red de organizaciones afines en todo lo que tiene que ver con una concepción de persona humana, familia y sociedad recta y ordenada, tenemos una gran ventaja respecto de otros países. Hay una conciencia social sumamente intensa entre los jóvenes; hay muchos que tienen ya una cierta formación de liderazgo y con un poco de coordinación, dinero, patudez y valentía, se pueden hacer muchas cosas. A algunos de ustedes, estimados, les voy a pedir que reciban a Lourdes o al Aarón, el coordinador mexicano del Phoenix aquí en ND, que si Dios quiere, irán a Chile pronto.

Ya. Son casi las tres de la mañana. Me voy al sobre. En el blog pondré algunas fotos curiosas y en el próximo envío... les contaré del día que conocía Jesús ("Yísus", como le llaman los gringos); del libro autografiado por Yeltsin borracho; del equipo de voleibol-playa que causa sensación en ND: los "F**n Irish" y sus archienemigos: los "Fighting Cuates".

Pregunta para el Terrible Gen: ¿Qué pasó con tío Mono? ¿Clínica o falsa alarma?

Un abrazo a todos.
José Agustín Muñiz Viu
Decidí ser feliz toda mi vida: cuando me vea olvide sus problemas y sonría

lunes, 16 de julio de 2007

ND: Noticias Digitales (som pikchers)


Aquí se cocinan los más sesudos análisis filosóficos del Estado de Indiana. Y también otras cosas. Luis Alberto Cruchaga y Roberto Munita.

Rodrigo Lopicich y su jockey para "romper el hielo" y conversar amenamente con los extranjeros. Dice: "Misión Cumplida - Carretera Austral Augusto Pinochet Ugarte". Un exitazo.

El Mostro y su amigo gringo pinche güero Sebastian, posando junto a la única mujer maravilla. Esa noche fuimos a comer al Friday's. Imagínese la cara de la gringa en la puerta cuando le dijimos que queríamos una mesa para 50 personas. Nos la hicieron.

El Mostro y su comida: Ribs con salsa barbecue y papas fritas. Como eso da sed, tuvimos jarana hasta tarde y un matrimonio a las 07.30 de la mañana siguiente (ver crónica)

ND: Narración Detallada (crónica)

Hola a todos. Vamos al tiro con las deudas: en el mail anterior saludé a las futuras madres y se me pasó el abrazo grandote a la Ángeles y a Nacho 8que va a ser padre, no madre, por siaca). Y tampoco puse la dirección del blog. http://elmostroennotredame.blogspot.com, que me la reclamaron harto.

Este es un mensaje que lo vengo escribiendo mentalmente desde hace mucho tiempo, pero recién ahora tengo material suficiente en la cabeza como para enviarlo. Se trata de un ejercicio que me gusta mucho realizar (muchos de ustedes ya dedujeron que, por lo mismo, no se trata de un ejercicio físico... y están en lo correcto). Es una mezcla entre deformación profesional y tranca personal; es decir, la tenía de antes y el periodismo me la acentuó. Se trata de hacer inducciones. Aquellos de ustedes que tuvieron el placer de asistir a las clases del tío Pepe López en Bachillerato, a parte de los bangs, blops y la relación de entrañamiento se acordarán que explicaba la inducción con el siguiente ejemplo: "Ud se para en el patio, ve un tordo, y ve que es negro. Llega otro tordo, ve que es negro; otro tordo, y ve que es negro... entonces Ud. hace una inducción: todos los tordos son negros". Yo no sé de qué color son los tordos, pero desde ese día nunca más confundí una inducción con una deducción (que es lo contrario: de una ley general bajar a casos particulares).

Les decía que me gusta hacer inducciones, sobre todo en los viajes. Voy a un país, miro a tres "nativos" y trato de extrapolar a todos. Anoto qué sensación me produjo tal o cual ciudad y enuncio leyes de validez universal para ella, que aun cuando puede ser muy injusta, es mía, y eso la hace válida (me imagino los tiritones de mis amigos juristas). En mis viajes siempre hago eso y lo paso el descueve. Cuando escribo periodismo trato de hacerlo también:busco en un caso particular qué cosa universal está en juego y fijo que encuentras un dato entretenido, una arista novedosa o un enfoque que no tiene ningún otro colega. Y, además, al ser universal, te aseguras que a todos tus lectores les interese.

¿A qué voy con todo esto? Que durante estos días he anotado algunos detalles que me gustaría compartir y que me sirven para hacerme el marco mental en el que pongo a los gringos en general, a los Indianos en particular y a cualquiera en específico. Este lugar está lleno de detallitos que te pintan mejor que cualquier cosa el cuadro completo de esta gente. Por ejemplo, no me llamó la atención la típica descripción que hace Coco Legrand del gringo en su chiste sobre el chileno que viene a "América":Todo funciona y funciona bien. Me más llamó la atención las contradicciones del gringo, que puestas al lado de las nuestras, explican por qué ellos son "América" y nosotros somos Chile.

La primera que vi y que sigue siendo la más didáctica: En una de las salidas de ND hay un parque de estacionamientos enorme donde se guardan por lo menos unas 100 camionetas, vans, transportes y carritos como de golf, que andan todo el día dando vueltas, repartiendo cargas, trabajadores, reparaciones, correo, flores, repuestos, etc. Hay varias empresas contratistas que guardan sus camionetas porque trabajan en el campus. Yo creo que hasta la policía de South Bend guarda un par de patrullas, porque los puedes ver a cada rato. Pues bien. La primera van que vi el primer día decía "mantención". Hasta ahí nada nuevo. En Chile también las hay. Lo realmente diferenciador -ya se puede entrar a hacer teorías sociológicas completas- es que en ND el equipo es de "Mantención Preventiva". Hay un grupo de gente que anda dando vueltas todo el día, previniendo condoros. En Chilito, hasta donde se puede estirar la comparación, la mayoría de los equipos de prevención llegan cuando ya no hay nada que prevenir, sino que cuando se debe arreglar el condoro.

Por inducción -por constante observación de tordos- entiendo que este país es desarrollado no porque tenga mucha plata, sino que tiene plata porque piensa antes de hacer las cosas. Son tan geniales que incluso piensan las cosas que no deberían ocurrir. Y por eso les sobra plata. Hace un par de mails les contaba que el domo del Main Hall está recubierto de oro y que la última reparación les costó 300 mil dólares. Ahora lo encuentro barato. Hacerlo de nuevo habría sido muy caro. Por ahí averigüé que si esta universidad se destruyera y hubiese que reponer todo tal y como está, la congregación de la Holly Cross debería ponerse con algo así como US1.200 millones o más. ¿Saben? Creo que es barato. Por lo que me cuentan, la idea de la U. de los Andes es hacer algo similar a ND. Un campus universitario de verdad, así como este. Por lo que vi cuando trabajé con ellos, no me cabe la menor duda de que lo van a hacer... y les va a salir más barato que a los que no piensan como ellos.

Otro caso. El primer día en ND fue un domingo; llegamos como a las 4 de la tarde, nos encontramos con gente del Phoenix Institute y nos llevaron a hacer las primeras compras a un Wall Mart... que debe ser algo así como la quintaesencia de yú-es-éi. Luego volvimos a misa, a la Basílica. Todavía estábamos con Roberto Munita -mi partner de viaje- con la mandíbula en el piso al verla por fuera, así que no se nos pudo caer más abajo cuando la vimos por dentro. Ni tampoco cuando escuchamos el coro. ¿Cómo lo pongo para que no suene ridículo, pero para que se entiendan esos pequeños detallitos? A ver. Digamos que la basílica, la misa, el coro y la forma de vivir la fe en ND es "Made in USA". Una mezcla única entre espectacularidad, pulcritud, abundancia (harta), un sano orgullo y, también, una falta de sentido de la vergüenza porque todo es como "grande". Yo estoy seguro que lo que un gringo entiende por humildad es muy distinto de lo que entiendo yo. Yo creo que el inglés americano no debe tener diminutivos; esa tontera se las trajimos nosotros los latinos.

La basílica es relativamente vieja (comenzaron a construirla en 1870 y demoraron 20 años), pero el sistema de amplificación no lo tiene ninguna disco en Chile; el coro tiene un órgano, pero de verdad, no jurel tipo salmón. Y con harto tubo y suena fuerte. Y cuando tocan las campanas, parten como 15 minutos antes de la misa, para que nadie diga que no escuchó. Y cuando se comulga, se comulga. Y comulgan todos. Y con dos especies: hostia y vino. Y el que no quiere comulgar, puede hacer la cola -otra institución tipically american- y el sacerdote o el ministro le da una bendición. Y el que no fue a comulgar, se queda arrodillado hasta que todos (sí, todos) terminaron de comulgar. Les juro que no es broma. En esa primera misa, me di vuelta a mirar al coro y entre todos los instrumentos vi... No me van a creer... a Joe Sixpack "cantando" en lenguaje para sordomudos. O sea, si una persona no escucha las letras, se da vuelta y un gringo le "canta" con las manos. No lo he vuelto a ver en las otras dos misas que llevo aquí por la posición en la que quedé sentado. Y tampoco se me había ocurrido mirar si está traduciendo también lo que dice el cura (en ese caso, yo lo habría puesto adelante, para que el sordomudo no tenga que darle la espalda todo el tiempo al altar... Ingeniería sudaca de calidad). De más está decirles que aquí no hacen colecta... al menos los domingos a las 21 hrs.

Les había comentado cuando les conté del "Parade" del 4 de julio que me gusta esa cualidad de los gringos de "engrupirse" con sus cuentos. Ponen la bandera, se ponen los colores de sus equipos, participan, se comprometen; el equipo de fútbol americano, los Fighting Irish son una institución (me acabo de enterar que Joe Montana jugó aquí sus años universitarios; algo así como el equivalente a Pelé, pero con coraza) y todos usan poleras, polerones, logos, gorros, todo con sus logos, etc. Yo ya tengo mi jarrón de los Irish. Pues bien. Para participar en misa son igual de engrupidos. Y vivir la fe así es muy agradable. A ver... el coro es todo lo espectacular que pueda ser un coro, pero lo notable es que la solista está abajo, sentada junto a los otros ocho o diez o veintisiete curas que concelebran la misa. Y no es la misma siempre: yo ya he visto a tres. Y las tres tienen una voz digna de ser la banda sonora de una película de Walt Disney. O sea, yo no sé si Peabo Bryson será católico, pero deberían traerlo para acompañar a cualquiera de las tres flacas que han cantado aquí. Ella canta los salmos y desde el púlpito indica alzando los brazos y discretos movimientos de cabeza cuándo nosotros -¡Aleluya, hermano!- entramos o salimos. Yo no soy particularmente afinado, lo reconozco, pero con tanto apoyo tecnológico, coral y espiritual, me encuentro hasta afinadito. Y no es que le cante en inglés, sino que te entregan hojitas con las partituras y las letras.

(Sergio C. No hay como un buen sermón de Los Castaños. 8 minutos 35 segundos clavados. La parafernalia y las habilidades retóricas de los que he escuchado predicar no suplen el amor y la vocación... en eso, nada que envidiar. Anotación curiosa: suelen traer los sermones escritos, por lo que efectivamente le ponen más enjundia al texto... y no sé si escuché mal o qué, pero el Hermano que da inicio a la celebración anuncia el título del sermón que se va a escuchar... tienen conciencia de que los buenos sermones son piezas de oratoria y, por qué no, de repente un sacerdote santo publica sus "Obras Completas".)

Para terminar el tema de la Basílica, dos anécdotas. Ya van dos fines de semana -sábado y domingo- que me despiertan o las campanas o un tipo con una gaita. Una vez, ok, simpático. Pero cuatro, ya es mucho. Es que casarse en esta iglesia -lo entiendo- es top. El marco es inmejorable. ¡¡¡Pero nadie se puede casar a las siete de la mañana!!! Les juro que este domingo hubo un matrimonio aquí a las siete de la mañana. Y no era un ensayo. Era un matrimonio, con invitados y con seis o siete "damas de honor" vestidas todas igualitas... y todos los hombres invitados llevaban de recuerdo... ¡¡¡una pelotita de fútbol americano de los Fighting Irish!!! Too much. Cuando llegué, agradecí porque mi pieza da a la basílica. Los fines de semana tengo minutos de debilidad... pero sigo pensando que mi pieza la lleva todo el rato.

La segunda anécdota. Otro pequeñito detalle, quizás otro tordo negro. Dicen que el orden de los factores no altera el producto. Pues bien, arriba de las entradas laterales a la basílica hay una inscripción: "God, Country and Notre Dame" (Dios, País y ND), lo que me recordó inmediatamente a mi alma mater con su "por la Patria, Dios y la Universidad".

En el próximo capítulo. Y qué sé yo. Algunos personajes de la zona y más "mostrosidades". Un abrazo y cariños a todos.

José Agustín Muñiz Viu
Decidí ser feliz toda mi vida: cuando me vea olvide sus problemas y sonría

viernes, 13 de julio de 2007

ND: Necesariamente Desvergonzado (3 fotos)


1. "Canta, oh diosa, la cólera de Aquiles; cólera funesta que causó infinitos males a los aqueos y precipitó al Hades muchas almas valerosas de héroes, a quienes hizo presa de perros y pasto de aves —cumplíase la voluntad de Zeus—desde que se separaron disputando el Atrida Agamenon, rey de hombres, y el divino Aquiles".

John X. "Aquiles" Evans y el caballo de Troya


2. Periodismo denuncia. El Mostro no fue el único que terminó en el piso por la competitividad de una gringa.
3. Durante la fiesta mexicana se rajó lloviendo de un modo impresionante. Pero lo más increíble fue que tras media hora y pese a ser de noche, el cielo se iluminó de un modo aún más increíble (la producción tuvo que esforzarse para que El Mostro sonriera en la foto).

ND: Necesariamente Desvergonzado

Aquí hay que ser patudo. No queda otra. Es una universidad gigantesca y de prestigio. Aquí los edificios tienen nombres de multimillonarios mecénicos y los profesores tienen nombres de libros que uno ha leído o que ha hojeado o que están esperando a ser leídos. Y si uno quiere aprovechar la oportunidad de conocerlos tiene que ser patudo, ir y preguntar directamente. Hay que ser necesariamente desvergonzado.

Me pasó como me ha pasado todo en el último tiempo: de casualidad... o de puro metiche, que es lo mismo que ser curioso. Nos mandaron a la librería de ND a comprar un libro con los textos complementarios y algunas lecturas que íbamos a necesitar para los cursos que estábamos tomando (aquí no existen las fotocopias, esa institución universitaria chilena que mantiene flotando a todos los estudiantes: aquí o te compras el libro, usado o nuevo, o la universidad tiene que provisionar muchas copias. Eso es caro, pero los derechos de autor son sagrados. Han desarrollado todo un mercado de libros usados y las fotocopias te las dan en un empaste que hace menos grosero y más manejable la multiplicación de material sujeto a derechos de autor). Les decía que fui a la librería a comprar los apuntes, que están en largas estanterías ordenados según el código del curso. Esa es una buena forma de ver qué cosas se están enseñando en paralelo en la universidad... al menos así lo vi yo. Cual no sería mi sorpresa al ver que al lado de los apuntes de mi curso había un montoncito de libros de G. K. Chesterton, un autor que me chala de un modo desaforado. Y no un título, sino varios. Y el curso era completo sobre él. "¡En alguna parte de este campus se está dictando un curso completo sobre Chesterton -me dije-, tengo que ir al menos a escuchar!" Anoté el nombre del profesor y el código del curso.

Fui al sitio web de ND y revisé en la facultad de Filosofía. Efectivamente encontré el nombre y los datos del profesor, pero no había ni rastro del curso. Era el viernes pasado, todas las oficinas cerradas, así que le mandé un mail al profesor y al contacto de la facultad preguntando si efectivamente existía el curso, dónde y cuándo se impartía y si podía ir a escuchar, prometiendo no llevar ni armas químicas ni mi tocado de plumas que todo latinoamericano debe usar, según reza el saber común del norteamericano promedio; si no podía asistir, le pedí al profesor si nos podíamos juntar a tomar un café y conversar. Al ratito me respondieron los dos, profesor y contacto, que el curso era para el semestre de otoño (y dudo que mis jefecitos me aguanten alargar mi estadía aquí un semestre más, así que ni siquiera les pregunté y este mail no es un tanteo de terreno, por favor). Pero gustoso compartía un café. Lo que el profesor todavía no sabe es que ya estoy reclutando Chestertonianos entre los que vinimos al seminario para sacarle todo el jugo. De ahí les cuento cómo resulta.

Y así, suma y sigue. Mientras buscaba en Internet el nombre de este profesor del curso de Chesterton, vi que durante este verano la facultad de filosofía está dando un curso a cargo del profesor Alasdair MacIntyre. No les voy a dar la lata de quién es, pero digamos que es un tipo muy conocido, que es de los pocos filósofos que escribe cosas que se entienden y, no sólo eso, sino que la gente los lee, los compra, los entiende y por si fuera poco, sus ideas se aplican. No ha cambiado el mundo, pero en lo suyo el tipo es conocido en todo el mundo. Ya averigüé dónde está su oficina y me dijeron que era un caballero mayor, "very grumpy" (algo así como gruñón y/o malhumorado) y que si alguien quería hablar con él, tenía que hacer una carta muy formal a través de su secretaria. Y así, suma y sigue con las patudeces. Si uno quiere conocer a esos tipos que uno vio en los libros en Chile, tiene que ser patudo, ir y hablar con las secretarias (y esa es una de las cosas que no cambian... las secretarias son y serán la pieza más importante en una institución). No tengo la más remota idea de qué podría hablar con MacIntyre, pero ya se me ocurrirá algo (y hay otros tipos que estarían dispuestos a ir conmigo).

Más patudeces. Aquellos que están en el tercer seminario del Phoenix Institute deben hacer una tesis y obtienen algún grado académico menor (yo, por venir una vez, sólo se me reconocen los créditos de los cursos aprobados... son créditos válidos en cualquier univ. de EE.UU., lo que no es menor, pero no da ni para un Diplomado). Pues bien, una mexicana acaba de entregarle su tesis a uno de los coordinadores del programa y él le comentó que el tema de la tesis podría interesarle a no sé qué gringo de aquí que está a cargo de un programa de postgrado en periodismo, o algo así. Cuando escuché esto, casi se me cayó la oreja de impresión, porque antes de venir para acá di vuelta todo el sitio web de ND y nunca vi que hubiese algún tipo de programa de postgrado en comunicaciones. De hecho me extraña muchísimo que una universidad católica no tenga dentro de sus áreas de interés el de los medios de comunicación... ahí se juega mucho hoy en día. Así que parece que hay algo de eso aquí (de más está decirlo que sin tener facultad de comunicaciones la librería de ND tiene más textos sobre medios de comunicación que la UC). ¿Quién era el tipo? Ella no se acordaba. Sólo sabía que tenía oficina en O'Shaughnessy, el edificio de la Facultad de Artes Liberales.

Eso fue hoy a la hora de almuerzo. Teníamos la prueba de mitad del curso sobre Aristóteles y Aquino, pero mi cabeza estaba en otra parte, en alguna oficina de un edificio con gárgolas y estatuas colgadas de sus murallas. Nuevamente es viernes, después de almuerzo, verano y esta universidad se queda vacía de funcionarios (¡ya deberían aprender de DuocUC estos pinches gringos, como dicen los mexicanos!). La única persona que encontré era la secretaria del decano. Así que le tiré la lengua y el lunes voy a tocar la puerta de la persona que me recomendó.

Ya es viernes y esta semana pasó volando. Hubo muchísimo que estudiar y que leer. Lo que nunca, me ando cabeceando de sueño en las clases. Las lecturas para el examen de hoy y el ensayo que tengo que entregar el lunes me tienen agotado... pero feliz, porque todas las preguntas con las que llegué han aparecido en los temas que hemos estudiado (no me las han respondido, por supuesto, porque sería una lata que me las respondieran en un mes); todas las inquietudes existenciales, cruces disciplinarios que siempre me han llamado la atención, aquí parecen tener algún sentido. Y lo más curioso (... a esta altura, y tras todo lo que me ha pasado en los últimos meses, ya no sé si es curioso, casualidad o gracia divina...) es que sigo sintiendo que voy por el camino correcto, que todas estas personas -desde siglos pasados, tumbas lejanas e idiomas distintos- me hablan de lo mismo y que no me parece tan loco juntar en una sola mochila todas mis dudas, certezas y amores. O quizás sí es loco, pero es lo que hay que hacer. Como le comentaba a uno de ustedes por messenger el otro día, siento que ando con el alma hiperventilada, con los poros abiertos y bebiendo a tragos largos mil ideas que andan dando vueltas esperando ser atrapadas en una hoja. Y en eso estoy.

Y en ese proceso de atrapar ideas e hiperventilar almas, tengo que hacer un agradecimiento público: a la Andreha M (no es un error de tipeo, es Andreha) y si ella quiere reenviarle el mail al padre Fernando Astorquiza al cielo, feliz. Durante toda esta semana nos dedicamos a estudiar el heroísmo en la Biblia, en ambos testamentos... y qué quieren que les diga vamos a comerciales y ya volvemos:

Comercial 1: ¡¡¡Tu curso de biblia es tremendo!!! Todavía tengo los apuntes guardados en mi computador y acúsome de haber revisado los textos que me pediste que corrigiera para tu libro de biblia. Como dijo el filósofo argentino Gustavo Cerati: "Gracias, totales".
Comercial 2: Viva la Lectio Divina. Atención a todos los Duoquenses del listado, el curso de Lectio que se está haciendo (o se hizo) en la sede Alameda sirve y mucho. Es la mejor forma de aprender a leer la Biblia y a parte de entenderla, aplicarla. Pueden leer a la Isabel Allende, pero eso no te va a decir mucho. Y para hacer una buena Lectio Divina no se necesitan doctorados.
Volvemos a las transmisiones habituales.

No desesperen. No todo es contemplación de las esencias eternas, también hay epicureísmo (o búsqueda de la felicidad a través del placer y la alegría de compartir). El martes, creo, fue la fiesta mexicana. Los y las cuates se esmeraron y salió a todo ritmo. Levantaron una "Posada" en la mitad de una universidad gringa con impronta irlandesa... de los más ONU (... o FIFA, debería decir, porque hay más países que en la ONU). Hubo bailes, piñata y hasta una sillita musical. Debo decir que mi participación en la sillita musical fue tan indigna como la de la selección chilena en la Copa América. Pasé la primera ronda y en la segunda, cuando agarré un asiento, una gringa muy "competitiva", según se autodefinió posteriormente, entendió que estaba permitido desplazar al ocupante de una silla con un... llamémosle de en buen chileno, un "potazo". Feliz porque me veía pasando a cuartos de final, terminé en el suelo pidiendo explicaciones y con un dolor "ahí mismo". Muy caballerosamente le dije a la gringa que eso era tarjeta amarilla, pero no íbamos a entrar a discutir ahí sobre el tema. Van algunas fotos de la fiesta y, hasta donde sé, no hay fotos de mi porrazo. Lo que sí hay, es una foto del profesor Evans, el de Heroísmo, cual Aquiles redivivo, emprendiéndolas a palos contra la piñata. Un momento Kodak en toda su expresión.


Más epicureísmo: las opiniones están divididas. Un grupo no se le ocurrió nada mejor que partir a NY por el fin de semana, otros queremos ir a Six Flags, un parque muy grande cerca de Chicago, con montañas rusas tamaño Big-Mac-Bien-Americano-XXL-extra-pepperoni. Me tinca que no va a resultar ninguna de las dos. Yo habría partido a Six Flags. Ahí les cuento.

Antes de irme... tengo que contarles una primicia. Me enamoré. Y de verdad. El problema es que son dos hermanas mellizas y me gustan las dos. Son gringas, de apellido Machine. Una se llama Washing Machine y la otra Dryer Machine. Me las llevaría a Chile, pero allá igual hay. Fuera de bromas. El otro día hice mi primera maratón de lavado y secado, uno con cada una de las gringas maravillosas. Y lo más maravilloso, es que hay unas cuestioncitas absolutamente mágicas que se hechan dentro de la secadora y las camisas salen planchadas. Lo que más me gustaba de este país era la NBA, ahora es ese aparatito mágico.

Yap. Tengo sueño. Un abrazo a todos y especialmente a las futuras mamás de la lista (Carola M. y Fran A.)

lunes, 9 de julio de 2007

ND: Notable Desfile (crónica)


Les había prometido que les iba a contar algo de la historia de por qué llegué aquí a ND (que a todo esto, queda en Indiana, Estados Unidos... porque alguien por ahí me mandó un mail felicitándome por mi estadía en Europa, en fin... su identidad quedará a salvo).

No es casualidad que yo haya venido a parar a este lugar del mundo. En absoluto. Muchas cosas tuvieron que ocurrir para que cuajara este desembarco del Mostro en ND. En enero de este año me llegó el mailing mensual que envían los tipos más valientes del ciberespacio chileno: MueveteChile.org. Ellos fueron los culpables manifiestos. En su mailing veraniego incluyeron un minúsculo link a un "seminario de verano en la Universidad de Notre Dame".

Habría pasado inadvertido si ese nombre no tuviera ya un historial en mi cerebro. No es cualquier universidad para mí. Hasta el año 1999 yo estudiaba periodismo en la UC para ser periodista (nada nuevo). Y como todavía me quedaban algunos créditos de libre disposición decidí tomar un curso de formación general que muchos de ustedes ya conocen o del cual han oído hablar. Me refiero a Pensadores del Siglo XX, que dicta el profesor Gonzalo Rojas Sánchez (¡Ya, hombre, tranquilo! Puedes agregar este blog a tu índice de referencias bibliográficas y citas académicas). En cortito tengo que confesarles que fue por ese curso que más que el periodismo, es la educación lo que me mueve; Gonzalo cometió la irresponsabilidad de ponerme por primera vez frente a un curso. Y lo sigue haciendo cada semestre cuando me invita a hacer una clase de Pensadores. Pues bien, si la historia no es un mito, Pensadores del Siglo XX, tal como lo enseña Gonzalo en la UC y como algún día se expandirá por todo Chile, está basado en un curso que un tal Frank O'Malley dictó hace muchos años en la Universidad de Notre Dame: Modern Catholic Writers, se llamaba. Y cuenta la leyenda que el curso terminaba pocos minutos antes de la patada inicial del partido de fútbol (americano) del equipo de ND, los Fighting Irish, que son toda una institución y hasta un par de películas de cine los tienen por protagonistas. Pese a la competencia, la sala de O'Malley estaba siempre llena y hasta el último minuto.

Así que, en una especie de peregrinación, este domingo pasé a saludar a Frank a su tumba, aquí en uno de los dos cementerios de ND (la UC no es la única que tiene enterrada a un ex rector en sus dependencias, ¡qué se creen!).

Las clases aquí, son un agrado. En el mismísimo De Bartolo Hall, en una sala tipo auditorio. Harto aire acondicionado y totalmente en inglés. Los tipos hablan clarito y de repente me falta rapidez mental para estructurar alguna pregunta para el profesor. Pero todo funciona al milímetro. El curso de Heroísmo en Occidente lo dicta el profesor Evans, que es un abuelo notable: es el curso obligatorio para todos los que han venido por primera vez a ND. Esta primera semana nos la hemos pasado leyendo La Iliada. Aquí me di cuenta de que tuve muy buenos profesores en la universidad porque, no es que no haya aprendido nada nuevo con Evans, pero sí me hace mucho sentido todo lo que dice ya que tenía datos en la cabeza que completan un cuadro coherente. En exigencia es bastante menor que un curso como los tradicionales en Chile, pero el hecho de vernos todos los días hace que la carga de lecturas y trabajo sea más pesada, y finalmente se equilibra la cosa. Como el tema me es bastante conocido me ha permitido enfocarme más al segundo curso: Aristóteles y Tomás de Aquino. Qué quieren que les diga de estos dos a parte que dejaron de fumar hace varios siglos. Uno vestía sábana blanca y el otro hábito de dominico. El resto de lo que sé de ellos son referencias, porque no los he leído en español y ahora los tengo en inglés. El profesor es Daniel McInerny. Debe tener alrededor de 40 y pocos años y es de los que se preocupa de hacer las clases entretenidas; histriónico y sin sentido de la vergüenza a la hora de echar tallas. Esperaba un curso complicado y ha resultado muy interesante y hasta entretenido porque aborda textos muy requeteviejos, pero con preguntas actuales... y se apoya en textos actuales, especialmente en Juan Pablo II y Benedicto XVI.

McInerny nos tiene a todos de cabeza escribiendo un ensayo bastante original: no sólo le interesa que apliquemos el contenido de la clase, sino también que aprendamos el formato en que escribían estos caballeros antiguos. Si el tema es "la verdad" y estos personajes escribían en forma de diálogos, al profesor le interesa que aprendamos la estructura de los libros que escribían estos personajes y que la apliquemos. No encontró nada mejor que hacernos escribir un ensayo con el formato de una de las "cuestiones disputadas" de la Summa Teologica de Tomás de Aquino. Así que en eso estuve este fin de semana: recolectando fuentes e ideas -modernas y antiguas- que dialoguen, unas a favor y otras en contra de un tema X que él nos dio a elegir. Atentos, amigos humanistas de Chile, que en cualquier momento les pido por mail que me den los datos de algún autor o idea que se me haya quedado por alla. Porque si hay una cosa que los gringos tienen muy en primer lugar es la honestidad: No puedes escribir absolutamente nada sin citar la fuente que estás usando. Es preferible que mates al decano de una facultad a golpes de palillo chino antes que entregar un ensayo con una idea "copiada" o plagiada de frentón. Y eso sí que lo podríamos aplicar en Chilito.
Mmmm... debo reconocer que no he sido muy preciso en el párrafo anterior. No me la he pasado todo el fin de semana en eso. El sábado partimos temprano en un tren a Michigan City. Queda a una hora más o menos, pero lo curioso es que partimos a las 11.40 y llegamos a las 11.30. Es que entre South Bend y Michigan City pasa una línea de cambio de hora. A la vuelta salimos a las 17 y llegamos como a las 19 y algo. ¿Qué hay en Michigan City? Una playa en el lago (que es un mar gigantesco), un casino y un mall outlet con todas las marcas que se les ocurran y con unos descuentos groseros. Acúsome padre de haber caido en la tentación. Entré por un lado del outlet con la idea fija de no comprar nada porque yo me había levantado con ganas de ir a conocer la playa del lago Michigan y porque -juraba de guata- que en realidad no había nada que yo me quisiera comprar (y tampoco tenía ganas de comprar al tiro los regalillos que pudiera traer). En 12 minutos cambié de opinión. El lago Michigan podrá esperar y supongo que el casino no será distinto de cualquier otro casino del mundo y, dicho sea de paso, nunca me han gustado los casinos ni la idea de jugar la plata. Lo que me hizo cambiar de opinión fue un potrero de camisas y si hay algo por lo que siento una debilidad compulsiva eso son las camisas. En alguna parte de la maleta tendré que hacerle espacio a las seis nuevas camisas que tengo (... pero pensándolo bien, si sigo igual de pajarón no voy a tener tanto problema de espacio, porque ya se perdieron los lentes de sol y presté caballerosamente una chaqueta y un chaleco a damas con frío; estuve a punto de perder mi cámara fotográfica y la cabeza no la pierdo única y exclusivamente porque la tengo amarrada al cuello). Si no fuera porque la gente es honesta y entrega las cosas encontradas a la oficina de los artículos "lost and found" (perdidos y encontrados... ¡sirvieron las clases de inglés, Edmundo!), entonces no habría encontrado mi cámara.

Ah... les decía que fuimos a Michigan. Eso. Compramos. Harto. Volvimos. íbamos a ver partido de Chile contra Brasil. Mejor que no. No nos íbamos a exponer a ser el hazmerreir de los latinoamericanos. No después de las tallas, bromas y gritos barreros que les metimos a todos en el partido contra México. Me encerré en mi pieza a leer para el ensayo de McInerny. De Michigan les puedo contar que llegamos a la estación de trenes y por afuera se estaba preparando un "parade" o desfile gigantesco en que todos los vecinos, agrupaciones, asociaciones, clubes, instituciones y confereraciones marchan por la calle mostrando sus banderitas en honor al 4 de julio, día de su independencia. Saqué mi cámara, tomé la primera foto y no encontré a ninguno de los chilenos. Estaba metido en la mitad del desfile y sabía que a las 17 hrs. debía volver, así que desfilé en medio de una banda de una escuela local. Le tomé foto a todo lo que se movía. Subí algunas fotos de esas al blog. Ya me encargaría de encontrar a los chilenos en la estación más tarde.

Tenía todo el día por delante y me metí en el desfile. A mi lado venía el carro de McDonalds, con el payaso infernal arriba. Lejos, pero lejos, el personaje más esperado del desfile era Ronald McDonald. Ni el Tío Sam, ni el viejo pascuero, nada. "Ronald" era el grito de todos los niños; algunos que probablemente no sabían ni hablar dijeron allí sus primeras dos palabras: Ronald McDonald, cuando el resto de los terrícolas decimos "mamá" y "papá". Así es como están de mórbidos también. Pero también fue una oportunidad para ver en vivo y en directo una de las virtudes que más le envidio a los gringos, y que sería buenísimo que nosotros tuviéramos: agrupaciones, clubes, sociedades, etc. Allá todo vecino pertenece a algo. Todo grupo que hace algo, se organiza, se moviliza, se hace poleras con sus logos, desfila, se creen el cuento, se muestran al resto de la comunidad. El gringo es esencialmente comunitario. El desfile era un evento familiar. O se desfila en familia o se va en familia a verlo. Mientras que en Chilito reclamamos al tiro al gobierno o al alcalde por lo que nos falta o no nos gusta, allá se organizan ellos y lo intentan cambiar ellos. Sociedad civil organizada. Con razón después sus autoridades le tienen respeto a sus vecinos. Aquí esperamos a que nos vengan con la solución, allá salen y la hacen. Si a nuestro gobernante no se le ocurre un modo de arreglar un problema, el problema sigue sin resolverse (porque no se suelen resolver solos). El gringo en cambio hace una agrupación ciudadana, diseña un logo, una polera, un pin, crea una base de datos y pide fondos para organizar actividades. Podremos reírnos a carcajadas de los gringos -y lo hago seis veces al día- pero a la hora de los quiubo, nos dan cancha tiro y lado en esos pequeños detalles (que multiplicados por 400 millones de gringos ya no parecen tan pequeños).

Próximo capítulo. Ni idea.
Uf! Ya, chao. Taentonces.