Hola a todos. Ya estamos en la recta final del curso de verano porque entramos en la última semana de clases. Sigo produciendo ensayos y haciendo uno que otro "quiz" o pequeñas pruebas sobre la materia de clases. Hasta ahora, las opiniones están divididas: yo me he quedado con la sensación de que me ha ido el descueve y que los ensayos son una revolución copernicana de las humanidades; los profesores tienen derecho a no opinar lo mismo. Allá ellos. Pero lo cierto es que aquí está todo como para que el cráneo produzca y produzca bien.
Es domingo muy tarde o lunes muy temprano (1.45 AM) y he estado todo el fin de semana alternando paseos despejadores de cabeza con largas sesiones de lectura y escritura de unas profundidades antropológicas que ni les cuento. Yo al menos, me lo he tomado súper en serio. He estrujado ese edificio de 14 pisos lleno de libros y los patios maravillosos para leer tranquilamente... ¡Pero a la hora del desorden, los chilenos llevan la guaripola también! No hay términos medios.
El sábado pasado -mi tincada no falló: no hubo paseo a Six Flags ni a NY- me encontré en un pasillo con uno de los brasileros y me dijo que iba saliendo con su compatriota y dos gringas a lo que se supone que es la mejor disco de South Bend: Fever, así que me uní. Buen local, pero muy requetegringo y todos en tono "Wild On South Bend", es decir, harta botella de cerveza en alto, gritos cavernícolas y desenfreno impostado. La música, un asco. Una de las gringas -Meg, creo que se llamaba- atinó: "Brasileños + Chileno = sudamérica, por lo tanto, bailan salsa". ¡Lógica aplastante! Así que nos llevó a un local que se llama "Paraíso Tropical". Para que se hagan una idea. Imagínense que existiera una frontera entre México y Puerto Rico, y que en esa frontera hubiese un pueblo pequeño y transpirado habitado única y exclusivamente por narcotraficantes, pandilleros, pistoleros a sueldo, burreros transfronterizos, árbitros de fútbol, policías canadienses y mujeres de vida licenciosa (o son mujeres de vida no licenciosa, pero que se visten como si tales). Bueno. El antro de ese pueblo sería el "Paraíso Tropical". No es que el local haya sido como los bares de mala muerte de las películas, sino que ese era un autentico local de mala muerte y las películas los imitan. Llevo 3 semanas rodeado de extranjeros, pero nunca me había sentido tan lejos de casa como cuando entré a ese paraíso. Las gringas son rubiecitas -harto-, los dos brasileros tienen el pelo más claro que yo.
Cuando entramos sólo faltó que pararan la música. Como que todo el mundo se dio vuelta a mirar a las gringas. Y uno, ahí, poniendo su mejor cara de "venimos en son de paz". Si alguien le tiraba una manito a una de las gringas o se armaba una rosca, nos acuchillaban todos 20 veces antes de que el cadáver tocara al piso. ¿El Mostro fue a puro sufrir? No. Lo pasamos increíble. Mientras mas pinta de matón de Hollywood tenían, mejor bailaban. Y bailaban increíble. Verlos era un espectáculo. Traté de seguirles algunos pasos, pero o andaba con dos pies izquierdos o definitivamente no tengo pinta de matón de Hollywood. Fue el mejor bailongo en mucho tiempo. Así que decidimos volver con más amigos. Y este viernes volvimos a ir. Éramos muchos más y, por suerte, había muy poca gente, así que el local fue para nosotros y ya no había olor a peligro.
Cuando entramos sólo faltó que pararan la música. Como que todo el mundo se dio vuelta a mirar a las gringas. Y uno, ahí, poniendo su mejor cara de "venimos en son de paz". Si alguien le tiraba una manito a una de las gringas o se armaba una rosca, nos acuchillaban todos 20 veces antes de que el cadáver tocara al piso. ¿El Mostro fue a puro sufrir? No. Lo pasamos increíble. Mientras mas pinta de matón de Hollywood tenían, mejor bailaban. Y bailaban increíble. Verlos era un espectáculo. Traté de seguirles algunos pasos, pero o andaba con dos pies izquierdos o definitivamente no tengo pinta de matón de Hollywood. Fue el mejor bailongo en mucho tiempo. Así que decidimos volver con más amigos. Y este viernes volvimos a ir. Éramos muchos más y, por suerte, había muy poca gente, así que el local fue para nosotros y ya no había olor a peligro.
Cuando sí hubo olor a peligro fue el pasado miércoles. Como les conté a algunos por teléfono, tuvimos rayos, truenos, lluvias bíblicas tipo MacDonald -de esas que por 200 pesos te agrandan el combo agregándole amenaza de tornado con repicar de campanas y sirenas de bomberos. Tuvimos la oportunidad de apreciar la maquinaria de seguridad norteamericana en acción: un par de ancianos a cargo del dorm dirigían el flujo de gente que bajaba hacia el subterráneo mientras que un chileno dirigía el flujo de latinoamericanos que nunca había visto un tornado y que no se iba a perder la oportunidad de comprobar si efectivamente se llevan a las vacas, como en la película. No hubo tornado al final. Pero nos encontramos afuera del dorm muchos integrantes de la ONU y ya andábamos con ganas de fiesta. Llovía, pero estábamos a pata pelada; hacía calor, pero no había nada de lo que se requiere para improvisar una fiestecilla universitaria modesta. Así que como me tomé en serio esto, integré la delegación multinacional descalza que atravesó la ciudad en busca de víveres. Esa misión me permitió conocer uno de los detalles que hacen a este país tan distinto del nuestro y que a veces me lleva a preguntarme si no estaremos nosotros equivocados: Era casi media noche, no había botillerías abiertas y en el supermercado, por algún motivo extraño no venden alcohol. La persona que atendía nos dijo que podíamos encontrar algo de aquello en el local del lado. Salimos y vimos que lo único contiguo era una farmacia. Volvimos al supermercado a ver si nos habían tomado el pelo, pero ella insistió.
En efecto, en los supermercados no venden tragos, pero sí en las farmacias. Me pongo en los zapatos de la dama de la farmacia: entran tres tipos descalzos en medio de una tormenta, uno se identifica con un carnet de un lugar con nombre de condimento picante, el otro con o pasaporte mais grande do mondo y el tercero con una licencia de conducir -no sabe que es adulterada- de otro estado. Yo habría llamado al 911, pero ella prefirió inquirir detalles sobre cuántas personas y de qué países estaban cursando este pintoresco seminario estival. Es sorprendente ver que puedes contraer matrimonio disfrazado de Elvis Presley, portar armas y quemar tu bandera, pero no puedes comprar una cerveza si eres menor de 21 años y no se vende alcohol un día domingo (pero un niño de 8 años que ha hecho la primer comunión puede comulgar con vino en la mismísima basílica un domingo a medio día)... en fin.
Otras formas sanas de pasar el tiempo es guitarreando. Roberto Munita trajo la suya de Chile y se las sabe todas. Nos vamos a la playa del lago (¿les conté que hay dos lagos y que uno tiene playa? Tengo que ir a tomar fotos allá) y revisamos la banda sonora de Iberoamérica (incluye a España). O si no, comemos y bailamos danzas típicas de los países ´con delegación más numerosa: ya les conté de la mexicana y la semana pasada tuvimos la colombiana. Esta semana es la "internacional", es decir, "todo el resto" y el Mostro está a cargo de armarla.
El jueves en la tarde fui con Roberto Munita a visitar a un profesor de aquí. Otro de los que tienen nombre de libro: Timothy Scully. Aquellos aficionados o profesionales de la historia recordarán su nombre. Yo, al menos, recuerdo haber sudado bastante con un artículo suyo sobre el sistema de partidos políticos en Chile que nos hizo leer una profesora en Bachillerato UC. No me quería perder la oportunidad de conocer a un gringo que sabe más de la historia de mi país que yo, así que lo acompañé. La primera sorpresa fue enterarme de que se trata de un sacerdote; la segunda fue ver una foto autografiada de Bono, vocalista de U2, que es su amigo con el que se escribe a menudo y que lo pasó a saludar cuando con su banda ¡¡¡hizo un concierto aquí en ND!!! (Tiene también un par de fotos con Bush, pero eso mejor dejémoslo entre nosotros, porque en este país a nadie le suben los bonos con esa foto).
Nos recibió durante unos 40 minutos y nos trató como si le hubiésemos hecho un favor al saludarlo. Qué tipo más agradable y acogedor (le contamos qué habíamos leído de él ¡y nos pidió disculpas por si había resultado muy difícil!). Nos habló del origen de su interés por Chile -absolutamente casual: le ofrecieron estudiar economía o irse a Chile cuando era seminarista y ahora es experto en Latinoamérica, especialmente en Chilito-; nos mostró los tres libros en los que está trabajando y nos paseó por sus amplios contactos con la DC chilena (en un par de meses más el padre Timothy Scully tiene organizado un carrete a otro nivel aquí en ND con un grupo de chilenos: invitaron a Cecilia Echeñique a dar un concierto en el estadio techado. Su contacto con la DC: está casada con Ignacio Walker, el ex Canciller... o con Patricio, el actual presidente de la Cámara de Diputados, no recuerdo bien... GGUUUAAAAAUUUU, eso va a estar ardiendo. "Cecilia Echeñique, Live in Concert Notre Dame Tour 2007", la telonea Ozzy Osbourne, actualmente cuadrapléjico). Extremando su caridad cristiana, insistió en que le escribiéramos para enterarse de lo que estábamos haciendo.
En fin. Mañana lunes después de almuerzo voy a conversar con el director de Periodismo de ND (lo contacté patudamente como a todos los demás) y pretendo averiguar cómo funciona el increíble departamento de ex alumnos de ND, que es una joyita de logística, organización y de recolección de fondos. Como ven, hay muchas cosas que hacer aquí... y allá en Chile también. Estamos tirando las primeras líneas para organizar una jornada del Phoenix Institute en Chile, para ver si se abre una sede allá, con invitados internacionales y todo. Y siguiendo esa misma línea, hoy al almuerzo Soledad Bertelsen, Roberto Munita y yo conversamos con Lourdes Villanueva, una chica mexicana de 24 años que es la coordinadora latinoamericana de la World Youth Alliance y que está muy interesada en abrir contactos en Chile. Nos contó de su trabajo y nos hemos dado cuenta que aun cuando en Chile ha costado mucho hacer una red de organizaciones afines en todo lo que tiene que ver con una concepción de persona humana, familia y sociedad recta y ordenada, tenemos una gran ventaja respecto de otros países. Hay una conciencia social sumamente intensa entre los jóvenes; hay muchos que tienen ya una cierta formación de liderazgo y con un poco de coordinación, dinero, patudez y valentía, se pueden hacer muchas cosas. A algunos de ustedes, estimados, les voy a pedir que reciban a Lourdes o al Aarón, el coordinador mexicano del Phoenix aquí en ND, que si Dios quiere, irán a Chile pronto.
Ya. Son casi las tres de la mañana. Me voy al sobre. En el blog pondré algunas fotos curiosas y en el próximo envío... les contaré del día que conocía Jesús ("Yísus", como le llaman los gringos); del libro autografiado por Yeltsin borracho; del equipo de voleibol-playa que causa sensación en ND: los "F**n Irish" y sus archienemigos: los "Fighting Cuates".
Pregunta para el Terrible Gen: ¿Qué pasó con tío Mono? ¿Clínica o falsa alarma?
Un abrazo a todos.
José Agustín Muñiz Viu
Decidí ser feliz toda mi vida: cuando me vea olvide sus problemas y sonría
Decidí ser feliz toda mi vida: cuando me vea olvide sus problemas y sonría
4 comentarios:
Y las fotos?
tabién....¿y las fotos?
Desgraciaos los dos. No vieron que eran casi las cuatro de la mañana. Ahora voy a subir algunas fotos.
JAM
Excusas.... puras excusas.
:)
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