jueves, 5 de julio de 2007

ND: Notebook Desgraciado

Habría escrito mucho antes si no fuera por culpa de mi notebook. La Universidad de Notre Dame debe tener 45 millones de alumnos y ex alumnos... y adivinen a cuál es el único jetón que le falla el notebook. Y los enchufes. Y todos al mismo tiempo y en el peor orden posible. Eso es lo que dice la ley de Murphy y eso es lo que ocurre. Mi notebook es provinciano: en Chilito funciona increíble, pero escuchó que le tocaba un viaje y se le aconcharon los meados. En fin. Este va a ser un poco largo, porque se acumulan las ideas.
Tenía que partir con eso para descargar mi rabieta. Pero vamos a lo importante, a lo que todo el mundo estaba esperando ansiosamente: En efecto, estimados amigos, Santo Tomás prueba que la felicidad es una actividad intelectual y luego investiga si es un acto del intelecto o de la voluntad. ¿¡Apasionante, no!?
Ahora en serio. Cómo podría partir una explicación de lo que es esta experiencia sin que suene cursi, exagerado o trillado, o cómo les cuento mi alegría sin que suene casi obscena o lujuriosa, porque, la verdad... es que el ambiente, el lugar, la gente y la buena onda hace que la descripción raye en la lujuria (y conste que no hablo de "minas"). A ver. Quizás es mejor partir por un detalle. ¿Vieron Shrek II?, ¿recuerda la imagen del castillo? (si este aparato de los mil redemonios quisiera conectarse a Internet, yo la habría buscado por ustedes) ¿recuerda a esos duendecillos que salen cantando y recitando? Pues bien. La torre del castillo es la torre de la iglesia que está al lado de mi dorm. Los enanos cantan reglas de ND (las más viejas y absurdas). El campus está lleno de plazas ("quads"). Está south quad (del sur), north quad (la del norte), God quad (la de Dios, en el centro del campus) y una que queda muy lejos (far cuad).... ¡Farquad! el nombre del rey en la película Shrek.
Es algo así como San Joaquín de la católica, pero de 505 hectáreas. En vez de canchas, tiene un estadio para 80 mil personas (y no exagero). Es un paraíso para estudiar y convivir: todo el estilo de la escuela de magos de Harry Potter, pero de verdad y sin fantasmas ni escaleras que se mueven. Vean el sitio web y alguna de las fotos que tengo por ahora y no se pregunten si seleccioné los rincones más bonitos o si las arreglaron con Photoshop en la web. Es así. Parece fachada, pero por dentro los edificios son iguales. Y todos lo son. No es que tengan una "zona antigua" con edificios del Conde Pátula o de Harry Potter. No. Son así. Y todos con red inalámbrica, aire acondicionado (incluso la basílica... y es una basílica, qué te crees, no una iglesia cualquiera). Mucha gente no me cree cuando les digo que una de las cosas que más me gustó de mi paso por San Joaquín era la biblioteca, pero es verdad. Bueno. La de aquí tiene 14 pisos. Casi me dio hipo entrar en ella.
¿Cómo lo hacen? Con auspicios, donaciones, endowment, todo. Todo modo de obtener dólares sirve. Y se necesitan varios millones para mantener esto. De más está decir que todos los edificios llevan el nombre del benefactor... todos menos el dorm donde me estoy quedando -Sorin Hall- que fue el fundador de ND. La basílica es del Sagrado Corazón porque no pudieron vendérsela al Espíritu Santo, pero quizás lo intentaron. ¡Hasta los arbolitos llevan una placa conmemorativa!... también los escaños para sentarse. Una de las cosas que las universidades gringas entendieron es que sus exalumnos son una fuente de financiamiento brutal (y si el equipo de fútbol americano, los Fightig Irish llegan a ganar, inmediatamente te llaman por teléfono para pedirte una donación: saben que el ex alumno está con cerveza en el cuerpo, feliz y motivado por el triunfo de sus Irish. Grito y plata). Por ahí vi un folleto con el presupuesto anual de la universidad y el monto del endowment. Recuerdo que eran varios miles de millones de dólares. Un señor con el curioso apellido De Bartolo "regaló" 33 millones y en su honor hay un par de edificios... mínimo. El edificio central tiene un domo dorado que hace famosa a la universidad. Y no es dorado porque se vea dorado, sino porque está enchapado en oro. Y la última vez que le hicieron el "redorado" les costó la módica suma de 300 mil machacantes de verde.
Para ser honestos, lo único aquí que realmente se parece a la película de Harry Potter es el comedor. El resto tiene mucho más estilo... y es de verdad. En vez de ir en escoba voladora aquí se camina, y mucho. Recién hoy se me están deshinchando los pies de tanto caminar y del calor. Prometo que cuando vuelva me pongo a dieta, pero aquí eso es imposible. Están todas las comidas del mundo juntas y la mesa del Phoenix Institute (nosotros, los latinos desordenados) es un espectáculo a parte.
Mi dorm es a todo ritmo: mandaron a los menores de 24 a otros edificios y aquí nos quedamos los "adultos". El encargado del dorm es... ¡¡¡un chileno!!! por lo que se imaginarán qué ocurrió con el reglamento de convivencia. Mi pieza da al hermoso jardín de la basílica y cada cierto rato las campanas ahuyentan a las ardillas y animalillos. ¿Suena cursi? Es que es cursi. En el subterráneo tenemos lavandería (es un dorm de hombres, por lo que se usa de bodega y la máquina de planchado es un misterio glorioso que se reza en el rosario). Al lado está la cocina, que en verdad es otra bodega, esta vez de bebestibles. Me adelanto a los comentarios: no, no de cerveza. No se puede tomar alcohol en los espacios comunes. Y en tu pieza solamente puedes tener tragos con menos de 14° (cervezas). ¡Les juro que no sé cómo llegó esa botella de pisco a mi pieza! Debe haberla traido el croata que estaba antes que yo aquí. "Me han contado" que se ha visto pasar algunas coca cola aguadas de una pieza a otra... pero en "otro dorm", no en este.
Hay mucho espacio para carretar aquí. Lo que no hay es tiempo. Tuve la suerte de que la distribución de horarios me favoreció: empiezo las clases a las 10:40 y las termino a las 16:00. En las mañanas me levanto muy temprano y salgo a recoger una edición del NY Times que llega a la puerta del dorm (viene con el nombre del rector, pero no lo pesca nadie, je je) y me siento en una banca-mecedora a echarle una mirada. También lo he usado para buscarle soluciones a las mañas de mi notebook y hoy tuve la primera ayudantía en la mañana. En las tardes o hay alguna ayudantía, una charla de algún invitado o un partido de fútbol. O te arrancas a South Bend a comprar cualquier cosilla (repuestos para el notebook... he invertido más en este cachivache que en mí... o en cualquiera de ustedes, je je). La única salida hasta ahora fue antes de ayer (3 de julio) que partimos un grupo grandote a un pub irlandés. Mi experiencia con pubs irlandeses indica que suelen ser lugares muy animados y con mucho estilo. Este tenía tanto estilo como las clases de gramática en la universidad. Había varias familias de Joe's y Mary's junto a sus pequeños Patrick y Sussy comiendo tranquilamente. Llegamos 21 latinos armando escándalo. La mesera tardó 32 minutos en ponernos de acuerdo en qué íbamos a tomar (de hecho nos puso de acuerdo cuando gritó y nos obligó a callarnos: Joe y Mary lo agradecieron mucho). Hoy la mesera tiene licencia médica por stress. El escándalo de entrada tiene sus ventajas: la ley aquí obliga al dueño del local a pedir identificación a todos para evitar el consumo entre los menores de 21. Varios eran menores en nuestro grupo (especialmente las damas), pero parece que se intimidaron con nuestra entrada. Después, algunos fuimos a bailar a un local cercano. Había una banda tocando, pero como que nadie bailaba. Éramos una chilena y yo, una mexicana, dos brasileros, un español y una palestina: carrete tipo ONU, les llamamos. Hubo baile al final: una samba-medio-oriental y una sevillana con toques de cueca... muy ONU.
Ayer en la tarde vimos el partido de Chile con México. Ellos son como 30, pero no conocen el concepto de "barra brava". Nosotros somos 7 y se los enseñamos. Menos mal que fue empate y no perdimos, porque con todas las burlas que les hicimos y los "ceacheí", una derrota en el último momento nos habría significado el destierro. Fue de lo más posmoderno-globalizado: era 4 de julio, Independencia de los gringos, un partido de Chile con México, la señora del profesor Evans cocinó una receta "tipically" americana: porotos con tocino ¡dulces! y hamburguesas Patty a la parrilla con una rodaja de plastiqueso y harta bebida de colores radiactivos (no hubo cerveza). Todos los que tomamos el curso del profesor Evans encontramos que no había nada más sensacional que esos porotos y llevamos la receta a Chile (no teman, me la van a quitar en Policía Internacional). Hoy a la noche estamos invitados los chilenos a comer al dorm de los profesores: les adelanto que con uno de los chilenos estamos haciendo los contactos para llevar a Chile al Pheonix Institute y ampliar la participación de los chilenos en él (Gonzalo R. y Marisol P.: el curso Textos I de Periodismo sería un increíble punto de partida para esto... en Chile hay material, gente e infraestructura para hacer algo potente). En un próximo mail les cuento más detalles de la parte académica, para no aburrirlos mucho (comprendo que no todos estén preocupados de los interesantes nexos que hay entre los héroes griegos y la particular visión de la vida que tenían los profetas judíos y cómo se relaciona aquello con un ruso de apellido Denísovich, preso en siberia).
Muy largo por ahora. En el próximo capítulo: Breve reseña de por qué llegué aquí.
Versión blog: http://elmostroennotredame.blogspot.com Ahí van algunas fotitos.
Eso. Taluego.

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